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En este blog, además de encontrar contenido relacionado con mi labor, encontrarán entradas sobre otros aspectos de la vida que me apasionan y despiertan mi interés.
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27.5.17

LA HISTORIA DE LAS CABEZOTAS

Todo comenzó el día en que tuve que dibujar a una niña desconocida. Yo dibujaba personas, pero personas inventadas o a mí misma, no solía dibujar a otra gente. Corría el año 2008 si la memoria no me falla. En esa época formaba parte de la Asociación de Dibujantes de Argentina que participaba ese año con un stand de la IX Expo Publicitaria.



Yo estaba acompañando a un gran artista e ilustrador, Pablo Fernandez, quien se encontraba dibujando a quienes le solicitaban un retrato. En cierto momento, se juntaron demasiadas personas y él me dijo: "Te ponés a dibujar vos también." Yo casi me morí de la vergüenza, nunca había dibujado en vivo, pero entre salir corriendo y hacer un papelón y vencer mi temor, elegí lo segundo.

En la fila había una nena acompañada por su papá. Ella se veía un tanto tímida y su papá la alentaba a que se acercara y me dijera algo. Finalmente, se acercó y me dijo que quería que yo la dibujara, pero que no la hiciera con mucho cachete, porque hacía poco le habían hecho una caricatura y la habían hecho tan cachetona que parecía Gaturro. Claro, pensé, la caricatura tradicional tiende a exagerar hasta la deformación los rasgos característicos de un rostro. Le sonreí y le dije que no se preocupara, que con los ojos y los bucles hermosos que tenía, no era necesario dibujarle grandes cachetes. Cuando le dí el dibujo, le gustó mucho y se lo llevó contenta.

Olvidamos fotografiar una reunión con amigas asi que retraté el encuentro en versión Cabezotas a posteriori.

Esa experiencia me marcó mucho. Pasaron varios años hasta que comencé con el proyecto de las Cabezotas, pero el recuerdo de esa niña temerosa de que la dibujara como Gaturro seguía fresco. Yo considero que todas las personas somos hermosas, que la belleza es plural y singular, que no tiene absolutamente nada que ver con los estereotipos que la sociedad ha adoptado como ejemplo. Todos tenemos rasgos característicos hermosos, esos son los que busco destacar cuando dibujo una Cabezota.
He creado un álbum en Facebook donde voy subiendo cada trabajo realizado. Pueden verlo haciendo clic AQUÍ. No coloco la fotografía real de las personas para que comparen porque es algo muy personal, prefiero que las vean como yo: hermosas.

A continuación les dejo una serie de preguntas y respuestas útiles por si quieren su versión Cabezota:

¿Qué opciones tengo para caracterizar mi Cabezota?
Podés elegir el peinado, la ropa, la actitud o algún elemento que quieras tener y que te caracterice.

¿Si te envío una foto es suficiente?
No. Para familiarizarme con el rostro necesito ver varias fotos de diferentes ángulos; de todos modos la última palabra sobre las características que mencioné antes, es tuya.

¿Tiene que ser sí o sí una sola persona?
No. Pueden ser dos o más personas o inclusive mascotas, en este caso tendríamos que coordinar antes ya que el valor variaría.

¿Cuánto tiempo demora el servicio?
Desde el momento en que recibo la notificación del pago, pueden ser entre 24-48hs. en el caso de las Cabezotas individuales.

¿Qué recibo una vez terminado el trabajo?
Te envío por mail tres archivos: JPG en formato acorde para usar de perfil en las redes, JPG en alta resolución por si querés imprimirla y PNG con fondo transparente para poder montarla sobre otra fotografía, imagen, etc.

¡Quiero mi Cabezota!

Como siempre, muchísimas gracias por pasar. 
Espero que tengan un bello día y se vean bien lindas/os cuando se miren al espejo.





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9.3.17

DIARIO DE VIÑETAS III

He comenzado mi tercer año con el método creado por Ryder Carroll como agenda diaria, planificador, registro de hábitos, etc. La verdad es que sigo tan entusiasmada como el primer día. Por si no han leído mis artículos anteriores sobre este tema, aquí les dejo el PRIMERO y el SEGUNDO. No quiero repetirme pero... ¡Gracias Tatiana y Walter por haberme acercado a este método tan genial!!! 

Mi BuJo en el taller.

Ahora sí, comienzo a mostrarles un poquito los cambios que he realizado en el formato del BuJo, es lo mejor del mundo, poder adaptarlo según las necesidades de cada etapa.

Este año elegí hacerlo todo en tinta negra y con motivos florales como decoración cada tanto. Sumé además las portadas para cada mes. En la página siguiente, dibujo un calendario en formato clásico con las fases lunares; debajo anoto las fechas importantes para ese mes.


Luego hago el diseño vertical del mes para consignar las tareas o eventos que ya tengan una fecha precisa; y en la página siguiente armo un esquema para llevar registro de los gastos y vencimientos.


Algo que incorporé de manera mensual es el registro de agradecimientos diarios, es algo muy gratificante de hacer y de leer luego.


Otro de los cambios que hice en mi planificación es la inclusión de un planificador semanal. Me resulta muy útil para organizarme la semana, visualmente es practiquísimo. El registro de hábitos lo resumí a los más importantes y lo diagramé al costado para hacerlo semanalmente. Debajo agregué el apartado para las notas.

Comencé el año flojita como verán. 

Y finalmente, el registro diario, en cuyo título consigno: la fecha, el día de la semana, el horario en que me despierto y la cantidad de agua que bebo. Debajo, como siempre, las tareas, notas y eventos.


Ojalá este post les haya gustado, prometo hacer uno con las colecciones, que elegí dejarlas detrás de todo para que no quedaran intercaladas con el planeamiento.

Si quieren ver cómo configuré el mes de marzo paso a paso, hagan clic AQUÍ para ver el video en mi canal de YouTube.

¿Utilizan este método de organización? ¿Les gustó alguna de las ideas del estilo que elegí este año?

Muchas gracias por pasar y que tengan un bello día. 
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2.1.17

UN PROFESOR DE ESTA ÉPOCA


Entrada al Instituto Barón Pierre de Coubertin.

A Hugo ya lo conocía de vista, de nombre, por referencia, como se suele conocer a la gente en las ciudades chicas. Sin embargo, este año tuve el enorme placer de conocerlo en el taller de escritura "La curiosidad que mató al gato" que tiene lugar en la Biblioteca local.
Un día, me contó que tenía un proyecto con sus alumnos y que quería que yo encuadernara una serie de trabajos que habían realizado los chicos durante el año. Me encantó la propuesta, me pareció sumamente interesante y, luego de haberla llevado a cabo puedo decir que fue realmente gratificante.
Intercambiamos un par de palabras sobre la educación, la metodología de su taller y me pareció que era algo digno de compartir con ustedes aquí en el blog.
Espero que disfruten la lectura, con ustedes: el profesor Hugo Melián.


Sé que escribís y que gustás de la lectura, pero ¿qué fue lo que te movilizó para dedicarte a la educación?

Fue un taller de escritura hace unos 10 años, en la Biblioteca Ibarra. Lo coordinaba un profesor muy joven, Bernabé Rivarola, con el cual tuve una vinculación a través de la música. Mi especialidad es el folklore y él era un gran roquero. Nos conocimos cuando, como Director de Cultura Municipal, realicé un encuentro de rock en el Anfiteatro Isidro Quesada y él vino con su banda “Grosso Buitre” desde Saladillo. Pasó un tiempo y nos volvimos a encontrar cuando me enteré que se había recibido de profesor de Lengua y Literatura e iniciaba un taller en la biblioteca. Por otra parte yo terminaba mi actividad política, Director de Cultura y luego presidente del HCD, y sentía una fuerte necesidad de continuar con una actividad que me enriquezca. Nunca dejaré de agradecer todo lo que medió la política en mi formación intelectual.
Terminé el bachillerato libre y de inmediato me inscribí en el profesorado de Lengua y Literatura en el Instituto Superior de 25 de Mayo donde finalicé la carrera en cuatro años. A todo esto, desde la política y la educación viví el proceso de la post modernización y la aparición de las TICS lo que me provocó una gran motivación sobre el mundo que se estaba viniendo y empecé e estudiar e investigar sobre este nuevo mundo y el lugar que debía ocupar la educación. Curse la Licenciatura en Enseñanza de la Lengua y la Comunicación en la Universidad CAECE en forma virtual mediante el Centro Universitario de la cuidad de Saladillo, debiendo aún cuatro materias para culminar.
Un libro que me abrió la cabeza fue “Aprendizaje invisible “de dos expertos en TICS, conseguido por Internet de la Universidad de Barcelona. Así comprendí que la educación debía cambiar y que era el nuevo desafío que quería encarar.

[Gran sorpresa fue que mencionara a Bernabé de Grosso Buitre, banda que fui a ver en un par de ocasiones en mi adolescencia.]

Una de las chicas se animó a leer cuando presentaron el libro.

¿Qué diferencias ves entre la educación que vos recibiste y la que brindás a tus alumnos?

Son muy distintas, como lo es el mundo de ahora con el mundo de mi adolescencia. Ni mejores ni peores: distintos. Aquella fue una educación para el trabajo en línea, el sistema fordista o tayloriano. Las escuelas están diseñadas arquitectónicamente para ese mundo: aulas, bancos, pizarrones todo en línea. La lecto escritura como conocimiento hegemónico sin intervención de la lectura de la imagen es otro ejemplo.
Hoy se igualó la imagen con la lecto escritura. Es más difícil leer, como corresponde, la imagen porque es una construcción grupal, en comunidad. Se escribe un guión, luego se producen otros textos con los planos, la iluminación, el vestuario y la escenografía, el audio (música y efectos sonoros) y luego para culminar el director de edición incluye el suyo. Todos bajo el equilibrio que debe realizar el director del flim, vídeo, documental, etc.
El joven vive en una realidad inundada por los medias, las imágenes y pantallas. Todos vivimos este fenómeno: nos levantamos y miramos la pantalla del celular, luego prendemos el televisor. En la calle nos invaden las pantallas desde los comercios, las marquesinas, las oficinas, los bancos, los subtes y colectivos, los hospitales en las salas de esperas y en las piezas de internación Las autopistas nos guían con pantallas, los cajeros automáticos también. Pronto votaremos por medio de una pantalla. Hay un solo sitio donde no hay pantallas y no solo eso, está prohibido su uso. ¿Dónde? ¡En la escuela! Es decir que la escuela esta fuera de la realidad. Cuando traspasan el umbral de la puerta de entrada, los chicos entran a un mundo que ya no existe.
Nuestra escuela era una escuela de la realidad de ese mundo y fue efectiva, pero mientras todo, todo se aggiornó - hasta los cementerios cambiaron, ahora son cementerios parques que hacen más aceptable y apacible la muerte- la escuela sigue igual. Y no solo por su aspecto edilicio, sería lo de menos, sino en su aspecto pedagógico, en la manera de entender el aprendizaje. Hoy la escuela es desaprendizaje porque hace un simulacro de que enseña y por lo tanto los chicos simulan que aprenden.

Alumnos reunidos el día de la presentación del libro.

¿Considerás que los niños/jóvenes no escriben ni leen por el alto grado de conexión con la tecnlogía?

Los jóvenes no leen ni escriben más, menos o igual que nosotros, Lo hacen en forma distinta por que los soportes son distintos y porque los mecanismos de influencias sobre la subjetividad y el inconsciente son totalmente distintos. Marshal Mchlugan expresó en la década del 80: “El medio es el mensaje” y con eso lo dijo todo y clarísimo.
La imprenta cambió el mundo y los sectores de poder la demonizaron. No hagamos lo mismo con las TICS. Ni demonicemos ni nos fanaticemos. Tituló Eco su libro “Apocalípticos e integrados” queriendo decir ni apocalípticos, ni integrados. Luís Pedro Barcia, presidente de la Academia Argentina de Letras, expreso remedando a Eco: “Ni apocalípticos ni integrados: entreverados”. Y mi profesor Jorge Aníbal Saucedo (Universidad Privada CAECE) dijo: Hay que ser como el “surfista” que ve dentro de la ola o nadar como el delfín que entre y sale del agua y ambos no pierden el rumbo.

¿Cómo se te ocurrió la idea de armar un libro con los chicos?

Quedé muy impactado con la película “Escritores de la libertad”, un hecho verídico ocurrido en una escuela secundaria de EEUU con graves problemas sociales. La intervención de la joven profesora de letras, que se resistió al sistema, hizo que esos adolescentes cambiaran sus formas de vidas a través de leer y escribir relatos biográficos. Fue una escuela “situada” en su contexto social. Esto me motivo a ser algo similar con mis alumnos. Ingresar a sus vidas que, sin ser similar a la de la película, significaba “situarme” en su contexto. Determiné no hacer una clásica aula, la identifique con un taller y los chicos como talleristas. Jugamos con las palabras: las inventamos, hicimos coros poéticos y expresivos, determinamos que cada palabra tiene su mundo y que cada uno la interpreta a su manera, destacamos el cronolecto de los talleristas, construimos textos con cronolectos y las abreviaturas de las TICS. Luego vimos películas, empezando con Escritores de la libertad que también les impactó. La analizamos y desmenuzamos: historia, protagonistas, personajes, historias secundarias, momentos de crisis, aparición del conflicto, ayudantes y opositores del protagonista y conclusión. Todo lo fuimos escribiendo en el pizarrón y las carpetas, madurando la inquietud de decir algo. Y llega el día en que les pido que me cuenten algo de sus vidas y lo hacen. Con esfuerzo, rebeldía placer, como descarga pero escriben. Con errores, nada de sintaxis, abreviaturas de los textos digitales, con todos los defectos, pero tiene siempre algo que escribir, que decir. Es maravilloso. Así trabajo la trama narrativa, expositiva-explicativa y poética. Primero con imagen, mucha imagen y luego textos escritos para terminar en una construcción propia. A medida que transcurre el tiempo ingresamos al texto formal, la cohesión y coherencia, ortografía, tiempos verbales, ortografía, sintaxis pero siempre priorizando el texto y lo que quieren decir.
Queda una parte importante, es el manejo en el taller: todos pueden moverse de sus sitios, la apertura o cierre de puertas y ventanas se decide entre todos, pueden ir al baño cuando quieran. Yo no soy quien ejerce el poder, solo soy un recurso más para superar el impedimento que significa transcurrir el año escolar y conseguir la certificación, estoy para ayudarles a que se eximan no para castigarlos con la nota y desaprobarlos. Si bien todo esto es un lento proceso y nada es fácil, ni sale de la primera vez, hay que pensar muchas estrategias y narrar mucho sobre las consignas. Después los mismos talleristas comienzan a tener inquietudes.

Infaltable la "selfie" grupal.


¿Cuál fue la reacción de ellos al ver el trabajo de todo un año plasmado en un libro, en un objeto tangible?

Cuando les propuse escribir para un libro, se entusiasmaron y se identificaron con la película. Paso el tiempo, les solicité el texto. Allí se produjeron otros hechos que los tendré en cuenta para el próximo año. Unos escribieron carillas de ficciones, de opiniones personales o de sus mascotas o poesías. Esto me marco quienes tenían tendencia, gusto e imaginación. Alguno pidió ayuda a sus familiares y escribió una poesía. Importantísimo porque incluyó a la familia en el proyecto y yo no lo había pensado. Los que no tenían posibilidades de ficcionar buscaron textos en sus celulares y los reformularon, o volcaron los graffitis y frases hechas durante el año. Otros no participaron.
La expectativa fue creciendo a medida que había noticias del libro; yo se las adelantaba mediante las fotos que me enviabas y eran motivos de festejos y aplauso. El día de la entrega fue muy emocionante: aplaudieron, rieron, se sintieron felices y extraños. Tenían algo propio y que ellos le dejaban a la escuela. Me pidieron permiso para ir el patio y allí se sentaron en el suelo y comenzaron a leerse. Fue emocionante.

Un hermoso momento capturado por el profe.


¿Qué mensaje te gustaría dar a la comunidad educativa en general?

No me gusta dejar recetas ni recomendaciones porque cuando se trabaja con personas trasciende la subjetividad y el inconsciente y nada es igual. Hablo tanto de talleristas como de los docentes o guías. Pero sí que hay posibilidad de cambio si sabemos situarnos en el ámbito de la población del taller porque lo vital son los chicos. Hay que conectarse con ellos principalmente y con los directivos y demás docentes del establecimiento. En el Instituto Barón Pierre de Coubertin encontré un apoyo total en directivos, colegas y autoridades zonales y todos sienten orgullo del logro alcanzado. Como dice su slogan: ”En el Barón como encasa”. Pero bueno, siempre se hace un gran esfuerzo por llegar; ahora viene uno mayor que es de mantenerse en el nivel y no decaer.
A todo esto y por sobre todo esto, hay una premisa fundamental: los chicos, los talleristas, los creativos porque ellos fueron los verdaderos protagonista. Con encuentros y desencuentros, risas y llantos, gritos y silencios, rebeldías y tolerancias fueron algo maravilloso. Mi eterno agradecimiento a Segundo Año del Secundario el Instituto Barón Pierre de Coubertin.


¡Muchas gracias Hugo por esta hermosa entrevista! 
(Y por incentivar la producción artística de los jóvenes.)


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24.12.16

SI ME DAS A ELEGIR... ME QUEDO CON LO BUENO

Hay años que son más difíciles que otros, que ponen a prueba la paciencia y el buen humor. Que esperamos que terminen rápido, como si fuera algo tangible que al cambiar de almanaque se hiciera una especie de borrón y cuenta nueva. Así fue el 2016 para mí, difícil. Estuve a punto de escribir al respecto, de usar este espacio para descargar toda la mufa. Pero me contuve porque si tengo que elegir, la realidad es que siempre lo bueno ha pesado más en mi balanza.
Así que agradezco las enseñanzas aprendidas durante este 2016 y por sobre todas las cosas, aquello que me llenó el alma de gratitud y alegría.

​★​ A mi mamá por el hogar, a mi amado que tanta mano tiene para las plantas y a la tierra que está alimentando una pequeña pero hermosa huertita.


​★​ Al universo por haberme brindado esos atardeceres magníficos.



​★ A quienes confiaron en mí para proyectos que nunca había realizado como souvenirs de bautismo, regalos empresariales, de película y hasta escritos de alumnos.






​★ A Marisa, por invitarme a las actividades de la Biblioteca donde conocí gente muy interesante y talentosa y pude disfrutar de hermosísimos momentos.



★ A los alumnitos del primer taller que realicé en la Biblioteca. (Y a sus papis/mamis por la confianza.)


​★ Y por supuesto a todas las personas que confiaron en mi trabajo y a quienes me acompañaron, a la par o a la distancia; a mis amistades, familiares, conocidos, simpatizantes y demases.

Si omito algo (es seguro) no significa que yo no esté feliz por ello. Es diciembre y mi mente es un lío.

Que terminen este año de manera apacible y comiencen el próximo con toda la mejor energía.

¡Ah! Y no se pierdan la próxima entrada que será una nueva entrevista basada en el libro "Escritos de adolescente" que menciono en este post. Prometo que no demoraré cuatro meses. ;-)






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24.8.16

SELVA: UNA BITÁCORA DE LUJO

Patricia Etchechoury es licenciada en fonoaudiología especializada en neurolingüística, pero yo la conocí como Pato, un alma inquieta y curiosa colorida y con una mirada transparente. Ella ha viajado mucho, pero no hablo de viajes turísticos y acotados a unas vacaciones por ejemplo, sino de viajes de vida, viajes de ida sin vuelta programada, viajes de conocimiento de otras culturas, de aventura y descubrimiento. Afortunadamente, Pato no se limitó a vivir la experiencia sino que atesoró muchas de sus andanzas en una colección de relatos. Así fue que nació Selva, un libro con narraciones e ilustraciones en primera persona que nos permite viajar con la imaginación un rato y conocer otros mundos, otras gentes. Tengo el inmenso placer de ser quien materializa las Selvas, y a raíz de esto fue que se me ocurrió entrevistar a la autora ya que pensé que detrás de un material tan interesante, debía haber más historias y vivencias enriquecedoras para compartir. Efectivamente no me equivocaba, Patito es de esas personas que cuanto uno más conoce, más interesante resulta. Sin más preámbulo, les dejo aquí la entrevista para que lo comprueben.

Pato de pie, con bicicleta verde.


¿Cuándo o cómo surgió tu inclinación a la escritura? ¿Solías escribir cuando eras una niña?

Yo creo que todo empezó, o que todo tiene que ver un poco con mi niñez, que fue una niñez un poco particular, lo digo porque mis papás son navegantes, ellos desde antes de que naciéramos mi hermana y yo,  ya tenían un velero, al principio de madera, y que luego fueron cambiando. Primero fue el Inti, luego otro Inti, el  II, luego el Jacarandá, y otra vez un Inti, que es el actual, siempre navegamos. Cuando tenían un ratito, salíamos a navegar. Así que en ese ámbito nacimos, primero mi hermana y después yo; y nos criamos casi a iguales partes en la casa y en el barco. Todos los veranos eran dos meses de navegar y todos los fines de semana. No sé si esto tuvo que ver, o si soy así de naturaleza pero soy bastante tímida, tenía bastantes problemas para relacionarme, la cosa es que yo creo que navegar tiene bastante de estar solo, de pasar horas mirando el río, o el horizonte, tal vez timoneando pero con la vista perdida y con muchísimo tiempo para pensar.

Cuando llegábamos a puerto, las cosas que podía hacer un chico arriba de un velero eran nadar, saltar del barco al agua y trepar del agua al barco, hasta que caía la nochecita y se nos proponía dibujar, cuando fuimos más grandes, escribir y leer. Así que la inclinación por la lectura, la escritura y el dibujo se dio desde muy chiquita, fueron mis grandes compañeros, tal vez mis salvadores.



De más grande, cuando hice el secundario elegí un bachillerato en letras, donde me siguieron incentivando la escritura de cuentos, la lectura crítica de cuentos y novelas. Y por lo general no dejé de escribir nunca, lo que pasa es que al entrar a la facultad la escritura se me tornó un método de registro. En ese momento estudiaba tai chi chuan, y algunos de los profes nos contaban cuentos chinos, que me ocupaba de trascribir. Más adelante me pasó algo similar al estudiar el profesorado de yoga, donde muchas enseñanzas son transmitidas a través de la narración de cuentos tradicionales de la India, que también fui registrando. Registraba mis sueños, llevaba algo así como un diario, que no era diario, era más bien un semanal. Entonces fueron varios años de registro pero tal vez no de invención.

Por otro lado, al navegar, según me enseñaron a mí, cada vez que uno zarpa arma una bitácora, entonces era una de las tareas más importantes que había, o de las que yo más ansiaba, porque las otras tenían que ver con adujar cabos, doblar las velas, limpiar el ancla o la cubierta, por eso cuando empecé a escribir bien, empecé a pedir la función de escribir la bitácora, y si bien adentro con el bamboleo me mareaba bastante, me fui acostumbrando a llevar registro de los viajes. En el Inti se registraban la dirección del viento, la marea, el tipo de nubes que se formaba, el tiempo de navegación que llevábamos y a cuántos nudos, si se prendía el motor o no, para controlar el consumo de  combustible, si se cruzaba el canal Mitre u otro canal, si se cambiaba de ruta, si se avistaba algo grande flotando… bueno, todo este tipo de experiencias que constituían el derrotero durante el viaje se escribían en la bitácora, por lo cual, cuando inicié mi viaje, me resultó casi natural llevar un registro,  me parece que esas son las raíces que nos parieron a mi Selva y a mí.




También mis viejos tienen bastante relación con la escritura, en el sentido de que nos escribían cartas, a mi hermana y a mí, sobretodo en la adolescencia, que discutíamos mucho. A veces yo me encerraba en el cuarto y no los escuchaba más, entonces para decirnos ciertas cosas, ellos acostumbraban escribirnos cartas.

Hubo asimismo otro personaje de la familia que me hizo adorar la escritura, que fue el tío Alberto, un hermano de mi viejo, que yo recién conocí cuando ya estaba por fallecer.  Durante mucho tiempo fue un viajero, huyó de Bs As en circunstancias que la familia mantuvo en las tinieblas, recorrió el sur, se instaló en Río Gallegos, también navegaba y trabajaba en barcos petroleros. Hacía otro millón de trabajos también. Es un tío al que mi viejo quería mucho, del que yo sólo conocía las historias y recibía sus cartas, contándome cosas alucinantes de lugares que yo desconocía, así se fue tejiendo en mi niñez una relación con la escritura y con las cartas bastante entrañable.

Además mis viejos en un momento decidieron buscar sus raíces,  viajar a conocer los lugares donde habían nacido sus padres, en Croacia, en La Vascuña, en Galicia, en Italia y esas historias también nos las transmitieron en cartas. Toda la historia de la familia, lo que les contaban los tíos y primos que fueron encontrando, por lo que hay mucho de sostener la memoria mediante la escritura, a modo de herencia.

La niñez en un velero tiene mucha soledad pero también tiene cosas lindas. Era una época sin celulares ni tablets, en el barco no había tele ni teléfono, así que si era verano, uno podía tirarse al agua y nadar hasta el barco de un amigo, golpearle el caso desde el agua, o usar el VHF para acordar un lugar de encuentro en las rocas o en la playa cuando estaba anocheciendo; si era invierno por ahí te prestaban un bote con remos y de más grande el gomón con el fuera de borda, y era una aventura irse sola a la tarde cuando mis viejos pescaban o dormían la siesta, me iba hasta bien arriba por el río, paraba el motor y dejaba el bote flotando a la deriva lenta, para escuchar los pájaros, los ruidos de la costa, la selva vista desde el río.




¿Qué relación tenés con la lectura? ¿Tenés algún género de preferencia?

Leo mucho, a diario, me gustan mucho las novelas de viajes, la vuelta al mundo en velero, el cruce del estrecho de Magallanes, el cruce del Atlántico en balsa, y también la ciencia ficción, leo muchas cosas que tienen que ver con mi profesión, o con el yoga, por una cuestión de necesidad de saber, pero cuando no tengo nada que estudiar o investigar, me gusta leer ciencia ficción.





Entiendo que un viaje de tres años por América debió ser una experiencia sumamente enriquecedora. Las historias que contás en Selva ¿nacieron durante el viaje o las escribiste al regresar a tu hogar?

Las escribí durante el viaje, haciendo una bitácora general de todo el viaje, y llevando también una particular de la Amerindia (la canoa) que, con mi amigo Mariano, nos encargábamos de completar con algunas referencias para guiarnos, como desembocaduras de ríos, o construcciones identificables  o un barco hundido, o una construcción alta, o cualquier cosa para que, si luego más adelante nos encontrábamos con alguien, pudiéramos darle nociones de por dónde íbamos pasando, o averiguar en dónde estábamos.  Estos cuentos así como aparecen fueron escritos “ao vivo”  sin pulir, sólo tuvieron releídas y acabado final al llegar a casa.





¿Qué fue lo que te motivó a escoger algunos relatos para inmortalizarlos en este libro? 

Fueron mis sobrinos. Cuando me fui tenía dos sobrinos, Julia y Emiliano, que tenía 2 años,  Julia tenía 4 más o menos, y mientras yo viajaba mi hermana tuvo su tercer hijo, al que le puso mi nombre, Patito. Cuando regresé, Emi no se acordaba de mí, sabía que tenía una tía pero no me reconocía, incluso una vez me dijo –¿“Vos por qué te parecés tanto a mi mamá?”. Patito no me conocía, y me dieron ganas de contarles sin aburrirlos, entonces me pareció que se merecían un libro, un libro ilustrado para conocer dónde anduvo la tía esos años que no estuvo para criarlos.




Antes de Selva no solías dibujar, pero al momento de ilustrar las historias encontraste una herramienta nueva para complementar tus textos. ¿Cómo te sentiste con esta nueva incorporación al acto creativo?

Como muchos yo dibujaba muchísimo de chiquita, y cuando fui creciendo, la autoexigencia me hizo mal, la autocrítica.  Cuando tenía 8 años le pedí a mi tía que me enseñara piano,  así que estuve unos años con ella aprendiendo flauta, piano, algo de guitarra y para los 11, mi tía me ayudó a convencer a mis viejos de anotarme en el conservatorio, donde estudié hasta los veintipico. Por lo que en mis tiempos libres mi energía estaba puesta en la música. Si me sentía bien tocaba el piano, si me sentía mal tocaba el piano, si estaba con amigos tocaba el piano, si estaba sola tocaba el piano, hasta que la hiperinflación argentina hizo que mis viejos vendieran el piano.

Tuve que cambiar de instrumento, a la fuerza, empecé a tocar la traversa que aún me acompaña. Creo que la música hizo que tuviera poco tiempo y poca necesidad de dibujar, lo que sumado a la autocrítica, que me hacía pensar que hacía música mejor de lo que dibujaba, y como a mí no me gusta hacer las cosas mal, entonces, dejé de dibujar. Así que me hizo muy bien volver a hacerlo, tuvo su rol cuasi terapéutico. Me alegro por habérmelo permitido y siempre agradeceré tu incentivo.

[¡Gracias a ti por darle rienda suelta!]



Sé que además de escribir y dibujar hacés otras actividades relacionadas con lo artístico, me gustaría que me contaras un poquito de cada una y lo que significan en tu vida.

De la música ya conté un poco, actualmente sigo con la traversa, estudio violín, y como mezclo la música con el teatro, me inmiscuí en cosas que crean atmósferas, algunas percus, el ovnidrum, y todo esto porque estoy en un grupo de teatro político, que es también un lindo grupo de amigos y si bien a veces actúo, prefiero hacer la música de las obras, de los ensayos, durante los ejercicios de posturas, de personajes.

También siento que mi profesión es un arte, aunque occidente haya dividido por completo las artes de las ciencias. Trabajo con niños con discapacidades, lo que hace que todos los días, durante cerca de 8 hs,  tenga que jugar con muchos chicos diferentes, niños con limitaciones para escuchar, para hablar, para mover su cuerpo, con desafíos cognitivos o de socialización y yo siento que es todo un arte divertirlos, para que su aprender no sea una lucha y su niñez tenga juego y fantasía.



¿Ya estás cocinando el segundo libro con otro tipo de experiencias vividas?

SÍiiiiiii! También con escritos del viaje, que antes dejé fuera de Selva porque no me parecieron divertidos para los niños. Son relatos de búsquedas espirituales que tienen que ver con tradiciones que fui encontrando y me fueron buscando, como temazcales, ayahuascas, yagés, Santo Daime, respiración holotrópica y otro montón de cosas. Sumado a otros relatos, con registros realistas o relatos históricos de lugares que conocí, de los que cuento mi historia de su historia.


 ♥ ♥ ♥ ♥  ¡Gracias, Pato bella por esta deliciosa entrevista! ♥ ♥ ♥ 

[Las fotos viajeras de este post pertenecen a Pato Etchechoury]
Y aquí, para que no se queden con la intriga, algunas fotitos de Selva e ilustraciones que la conforman:















Así "viene" envuelta Selva, con muchísima dedicación y amor.




El contacto con esta gran mujer es vía e-mail a: unasolavidatengo@yahoo.com.ar

Bienvenidos sean los comentarios, ¡muchas gracias por pasar!
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25.4.16

REGALITO PORQUE SÍ

Me encantan los regalos, recibirlos es muy emocionante pero darlos lo es aún más. El acto de regalar no tiene por qué estar sujeto a fechas del calendario ni a situaciones especiales, no necesariamente al menos.




Hoy por hoy es sumamente normal que se gasten parvas de dinero para adornar el arbolito, para agasajar a un cumpleañero o para felicitar a una pareja de recién casados aunque esto implique utilizar plásticos y financiar en cuotas. Es sumamente normal y aceptado socialmente.
Pero ante un regalo sorpresa, en un día común y corriente, la mayoría de las personas se preguntan: "¿Eh? ¿Por qué? Si no es mi cumpleaños, ¿el día de qué es?". Por lo general la respuesta suele ser un "Porque sí" o "Porque me dieron ganas de regalartelo, lo ví y pensé en vos." Esto es válido, por supuesto, pero la realidad va más allá, regalamos porque sí porque estamos agradecidos para con esa persona; porque es alguien que nos ayudó en algún momento en que lo necesitábamos, porque nos hace pasar los mejores ratos, etc. Hay infinidad de cuestiones que nos llevan a querer hacer un obsequio.

Hoy estoy muy agradecida con toda la gente que visita el blog así que preparé un regalito que espero les resulte útil. Sí, hoy, día de la nada, un regalito.
Se trata de dibujitos para imprimir sobre sticker y pegatinar el bullet journal, la agenda o calendario, lo que sea que utilicen para organizarse.




Está pensado para ser impreso en una hoja A4 y contiene trece dibujitos diferentes en doce colores distintos más un plus de trece tiritas de corazoncitos decorativos. Click AQUÍ para imprimir, ¡que lo disfruten!




Y ustedes, ¿suelen hacer regalitos porque sí? Que tengan una semana maravillosa. :)
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4.3.16

PUNC: LA LECTURA CONTRAATACA



Calcomanías mega alucinantes de Marco Tóxico

Villa Crespo: a un par de cuadras de Juan B. Justo y Warnes. Con esas indicaciones, me venían a la mente imágenes de talleres mecánicos, autopartes, repuestos, gomerías. Hasta que en abril del año pasado, abrió sus puertas Punc: una librería de lujo, especializada en historietas y literatura infantil, pero donde también se pueden encontrar novelas gráficas y fanzines... entre otras cosas.

Vamos, entremos un rato a chusmear qué podemos encontrar en este bello local. 







La variedad de literatura infantil que ofrece Punc no la he visto en ninguna otra librería, dudo que algún niño se resista a abalanzarse sobre estos ejemplares y devorarlos en un santiamén.


En una era digital, como llaman a esta en la que vivimos, me parece maravilloso que existan lugares así, que oficien de oasis en el caos, que nos rescaten de las pantallas, que nos despierten el apetito de leer un buen libro, un fanzine, una joyita de papel, un material de lectura que no vamos a encontrar en las grandes librerías.



Cada vez que voy, encuentro cosas nuevas, hallazgos que me hacen pensar en cuán importante es incentivar el hábito de la lectura en los niños... y en no perderlo cuando nos hacemos adultos.


Rincón con muuuchos artículos de Gabi Rubi.

Hace algunos años, pasé por una librería y como tenía que hacer tiempo, entré. No había ni soñando la cantidad y variedad de cosas copadas que hay en Punc. Posta. Pero buscando con ahínco encontré un libro que llamó poderosamente mi atención. Se titulaba Érase una vez una vieja que tragó una mosca gris. Bellísimo ejemplar, lo hojeé apenas y me dirigí a la caja. La chica que atendía me preguntó si lo envolvía para regalo. "No, es para mí", le respondí. "¿Para vos?" me preguntó. "Sí, sí, para mí.", le volví a decir. Pues se ve que no me creía porque me lo volvió a preguntar. A lo cual, le dije que sí, que me habían gustado los botones en relieve que tenía la vieja en la tapa. Porque parece que hay edades para ciertas lecturas. No digo que los niños sean expuestos a lecturas que no entiendan o puedan afectarlos de alguna manera, ¿pero a la inversa? No nos limitemos.

Sé que eso no me pasaría en Punc. No me pasó cuando compré Los pequeños macabros, no me pasó cuando compré Mi pequeña colección de funzinez, ni cuando me compré estos fanzines de Finlandia que me remitieron a las ilustraciones de mi más tierna infancia.

No miren el esmalte saltado de mi uña. O sí. Ja!
Si visitan Punc, pueden encontrarse con Juana o con Mariela, dos mujeres súper agradables que estarán a la altura de vuestras expectativas; los asesorarán si necesitan ayuda para encontrar algo puntual o los dejarán libres de pispear y deleitarse con la parva de material que tienen si así lo prefieren hasta dar con eso que los estaba esperando para acompañarlos de vuelta. ;)



Hay serigrafías a la venta, para enmarcar y decorar tu espacio o para llevarlas en una remera con toda la onda. Si mal no recuerdo, hay además remeras pintadas a mano por la mismísima Mariela. ¿Qué tul?

Otra de las características del lugar es que cada tanto se organizan muestras, Punc destina una de sus paredes a lucir y exponer obras de los más variados artistas.


La última vez que estuve allí estaban las obras de Iván Riskin

Mañana mismo tiene lugar una nueva muestra de las pequeñas pinturas de Javier Velasco:
http://bit.do/muestrajaviervelasco

Y por si todo esto fuera poco para un local que multiplica varias veces sus metros cuadrados reales en buena onda, productos únicos y de calidad, y una predisposición natural a exponer arte y cosas bellas; en Punc hay talleres para todas las edades:

Taller de tira diaria a cargo de Sole Otero:


Taller de historieta para chicas y chicos de 6 a 12 años a cargo de Clara Lagos:

Taller de historietas para chicos de 11 a 16 años a cargo de Brian Janchez:

Taller de crítica de historieta a cargo de Amadeo Gandolfo y Pablo Turnes:
http://bit.do/criticadehistorieta






Se hizo la hora de cierre y yo seguía con ganas de más Punc, Punc forever. Porque para mí, en la era de las pantallas digitales, los libros no pierden protagonismo, sino que cobran encanto.

Gracias, Juana & Mariela por un espacio tan alucinante. 

Dirección: Belaustegui 393, Villa Crespo, CABA.
Horario: Lunes a sábado de 13 a 19hs.
FB: https://www.facebook.com/historietaspunc
IG: https://www.instagram.com/punclibreria
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