CALAVERAS Y FLORCITAS

CALAVERAS Y FLORCITAS

• 21.1.15

Si hay algo que me gusta muchísimo son los contrastes. Siempre me encantaron esas calaveras mexicanas que nos recuerdan de una manera hermosa y colorida que lo único seguro es la muerte. La naturalizan, la aproximan, le sacan esa carga oscura que siempre le hemos otorgado. Con esto no estoy diciendo que sea algo lindo la muerte, no estoy apologizándola, sino que es una linda manera de incorporarla a la naturaleza que nos define.

Calaca pintada en cuaderno.

El saber, el tener la certeza de que somos finitos, más que entristecernos, debe llevarnos a valorar aún más la vida. A hacer que cada momento que vivimos sea mágico. A dejar de vivir por inercia, a tomar las riendas de nuestra vida. A pisar el freno y mirar de manera consciente lo que nos rodea.

 Cuando me encargaron plasmar un diseño de una calavera formada por pequeñas florcitas pintado a mano en un cuaderno, me encantó. Era un contraste interesantísimo. No resultaba chocante, era bello.
Me pidieron agregar una inscripción en la guarda. Decía así: "Nosotros colocamos una calavera sobre nuestros escritorios, como los monjes de la antigüedad, no para glorificar la muerte, sino para centrarnos en el peligro latente e intensificar la lucha por la vida." Si mal no recuerdo, era un fragmento o estaba basada en un poema de Mario Benedetti.
Otro cuaderno felizmente terminado y entregado. Un cuaderno único, lindo por fuera y con un tremendo significado por dentro. Ojalá sirva de inspiración para que la tinta fluya sobre él de la mano de la persona que me lo pidió. Que escriba, que vuelque sus palabras sobre las hojas en blanco y le sume vida a un objeto inerte, para así generar un nuevo contraste. Calaveras y florcitas. Naturaleza, muerte y vida.  


Y para celebrar que estamos vivos y bailotear un buen rato sin perder la consciencia de nuestra condición, qué mejor que Amparo Ochoa interpretando "Viene la muerte" de su Cancionero Popular.

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